Aunque por un lado siento romper la temática de Portal GuilleSQL para incluir un contenido como esto, la verdad es que tenía ganas, tanto por dejarlo como recuerdo, como para compartir esta experiencia con aquellos que les pueda interesar. En cualquier caso, tengo previsto utilizar otro de los dominios, ya sea guillesql.net o guillesql.com, para publicar este tipo de contenidos menos técnicos (que de pascuas a ramos incluyo, como es caso de los famosos problemas con el Caudalímetro de los motores TDI, o las sesiones de bricomanía con el Grifo de Cerveza Princess para los barriles de cerveza de 5 litros de Heineken). Punto y seguido.
Si te apetece pasar un fin de semana romántico y divertido, una buena opción es disfrutar del Paquete Gran Reserva de Bodegas Arzuaga, un fin de semana en el Hotel 5 estrellas Restaurante existente en las propias Bodegas Arzuaga, en la Ribera del Duero. Claro, que el Paquete Gran Reserva no se limita al hospedaje en el Hotel Arzuaga, sino que también incluye varias actividades para completar un fin de semana romántico y divertido en la Ribera del Duero, como:
- Cena de bienvenida, la primera noche.
- Visita a La Finca de Bodegas Arzuaga, con sus viñedos, jabalís, ciervos, etc.
- Circuito SPA.
- Visita guiada al Abadía Cisterciense de Santa María de Valbuena, del Siglo XII
- Visita guiada al Castillo de Peñafiel y Museo del Vino.
Bueno, no está nada mal. Quizás lo mejor, es que con esto, ya tienes organizado todo el fin de semana. Se acabaron las dudas de ¿y qué hacemos? Con el Paquete Gran Reserva está bien claro qué se debe hacer en cada momento, y los huecos en los que no hay nada que hacer, a descansar y relajarse, que la vida son dos días.
Un detalle importante, es que resulta vital disponer de vehículo propio. Lo primero para llegar a las Bodegas Arzuaga (está en una carretera, no en una población), y lo segundo porque para poder realizar las actividades incluidas en el Paquete Gran Reserva será necesario disponer de vehículo propio (evidentemente, no te vas a ir a nado ;-).
Primer Día, la Noche del Viernes: Cena invitación
El primer día en el Hotel Arzuaga, tras nuestra llegada a las instalaciones (el Hotel-Restaurante-Bodeda-SPA) y el correspondiente Checking en el Hotel, como parte del Paquete Gran Reserva, nos invitarán a una fabulosa cena en las terrazas panorámicas del Hotel Arzuaga (es decir, en el Restaurante). La cena es a las 22:00, por lo tanto, si llegamos antes, nos dará tiempo a tomarnos un vinito y disfrutar del paisaje (bonita forma de hacer tiempo, jeje).
Llegada la cena, nos sentaremos en la terraza panorámica del Restaurante Arzuaga para disfrutar del susodicho homenaje. En nuestro caso, el menú del que disfrutamos fue el siguiente:
- Para beber: Tinto Arzuaga Crianza 2006. Su ingesta no provoca resaca (dícese que no es cabezón, que es del bueno).
- Milhojas de Foie de Oca con Jamón Ibérico de Bellota (centro de mesa). Buenísimo, mucho más acompañado de una buena copa de Arzuaga Crianza 2006, para finalizar de deshacer el Foie en nuestro boca, uhmmmm.
- Pastel de Puerros Cubierto de Miscuit y Salsa de Higos y Pasas. Riquísimo. La salsa es bastante dulce, y hace muy buena combinación de sabores con el Pastel de Puerros. Una vez más, la compañía del Arzuaga Crianza favorece el disfrute de estos sabores, jeje.
- Pincho de Lechazo Asado al Sarmiento de Vid con Ensalada Huerta Ribera. Aquí llega el plato fuerte, la carne. La presentación está muy chula. Te traen un pincho enorme, quizás de un metro (los hombres somos muy malos con las medidas, ya se sabe ;-), y lo sirven en una bandeja, retirándolos del propio pincho, para que simplemente tengamos que pinchar con el tenedor para la tan deseada ingesta. Muy bueno también, y muy bien acompañado con el Arzuaga Crianza. La ensalada también estaba buena, pero no tiene ningún misterio (yo soy más de carne, que de verde), salvo que sus ingredientes eran lo más naturales posibles (y se nota, no es el tomate del DIA%, es de huerta).
- Tulipa de Helado Artesano, Cafés y Licores. Por un lado, podría apetecer un postre más potente, pero la verdad es que una vez se llega al postre, ya uno está suficientemente satisfecho como para plantearse tomar algo muy pesado. El helado es una solución muy acertada (yo pensaba al principio que no, y cuando llegó el momento, estaba ya hasta las trancas, como aquí se dice, así que muy bien).
Finalizada la cena, de vuelta a la habitación del Hotel Arzuaga, podremos disfrutar de una cesta de frutas (por cierto, todas las frutas estaban exactamente en su punto, a ver si aprende la frutera de mi barrio, coño), una botellita de Arzuaga Crianza 2006 con un par de copas y un abridor, un par de bombones, el consumo del mini-bar incluido (bueno... incluido sí, pero el mini-bar era un poco pobre, tampoco nos vamos a engañar), y otras cosas que no probamos (ej: acceso a la carta de almohadas). Por supuesto, el hecho de que el Hotel Arzuaga sea un hotel de cinco estrellas se nota (una habitación amplia, el pedazo LCD de Sony, los albornoz, la bañera con hidromasaje, etc.), aunque después de estar en otros hoteles de 5 estrellas (como el Antiguo Convento de Boadilla del Monte, en Madriz, la caña), no es pa tanto, pero está muy bien.
Segundo día, el Sábado: Finca La Planta y el SPA
Tras disfrutar de una buena noche (sin detalles ;-), nada mejor para continuar con un buen desayuno mediterráneo (incluido en el Paquete Gran Reserva) a una hora razonable (a partir de las 9:00). El desayuno está muy bien. Es a la carta, en vez de en plan buffet, pero al final acabas igual de lleno, así que lo mejor es ser cauto (por lo que nos queda).
A las 11:30 empieza la Jornada temática en las Bodegas Arzuaga. Lo primero, la visita especial guiada a la Finca La Planta. El desplazamiento lo haremos en nuestro propio vehículo (no es problema, está cerca), teniendo en cuenta que haremos varias paradas.
- Primera parada. Los Viñedos y Jabalies. Lo primero que haremos (o que harán con nosotros) es mostrarnos los viñedos (unos de los muchos) y comentarnos sus secretos de cultivo (que si utilizan espaldera, que si cómo es la tierra, que si cuándo podan, etc.). Seguidamente, visitaremos otra parte adyacente de La Finca en la que podremos encontrar Jabalís, aunque estos Jabalís están acostumbrados a las visitas de personas y son bastante amigables (los que están en el Coto de Caza son otra cosa, jeje ;-)
- Segunda parada. Los Ciervos (Bambies). Tras la primera parada, volveremos a coger el vehículo para desplazarnos dentro de La Finca, a otra parte de la misma, donde disfrutaremos de los ciervos (Bambies). Vistos los ciervos, visitaremos la envina milenaria, en otra parte adyacente de La Finca.
- Tercera parada. Visita técnica a las Bodegas Arzuaga y Cata degustación de vinos. Finalmente, volveremos a coger nuestro vehículo para volver a las Bodegas Arzuaga. Sin embargo, en esta ocasión será diferente, ya que bajaremos al interior de las bodegas, donde nos mostrarán sus instalaciones, nos contarán los métodos que utilizan para la elaboración del vino, etc. Tras la visita a la frías bodegas, volveremos a la superficie, para disfrutar una Cata de Vino con unos aperitivos varios.
Un detalle que me llamó la atención, es que en Bodegas Arzuaga utilizan las barricas por un periodo de aproximadamente 3 años, pasados los cuales, tienen que deshacerse de las mismas, sustituyéndolas por otras barricas nuevas. Las barricas y el vidrio (es decir, las botellas), son de los principales gastos de la bodega. Cada barrica de roble americano, tienen un precio aproximado de 400 €, mientras que cada barrica de roble francés tiene un precio aproximado de 800 €. Por si a alguien le interesa, las barricas usadas sales a la venta por un precio de unos 40 o 60 euros (creo recordar), a disposición del público de final, por ejemplo, para quien quiera adornar su chalet con un toque rústico, jeje ;-)
Estas actividades (la visita a La Fina y la Cata de Vinos) finalizan sobre las 15:00, por lo tanto, es muy recomendable reservar con antelación mesa para comer, ya que el Restaurante Arzuaga en un sábado, suele estar el aforo completo (hasta las tetas, como se dice en mi barrio).
El tiempo se pasa volando. Una vez finalizada la comida, a penas da tiempo a descansar un rato. En seguida hay que prepararse para bajar al SPA. Como el SPA es parte del Hotel Arzuaga (está en la planta baja de la zona nueva del Hotel Arzuaga, para ser exactos), en la habitación nos vestiremos con el bañador, albornoz y zapatillas, para bajar al SPA, para pasar una húmeda tarde.
El Paquete Gran Reserva, incluye el circuito SPA, que nos permitirá disfrutar de su enorme piscina de chorros (incluyendo el chorro de río contracorriente, para poder nadar sin moverse del sitio), los jacuzzis (uno de aire y otro de agua), la piscina salada (simulando el Mar Negro), las saunas (una húmeda con unos 50ºC y otra seca con 80ºC), las duchas, etc.
Un detalle que me gustó un montón, es que como el SPA está en la planta baja del Hotel Arzuaga, y como las paredes son de cristal, mientras estás tirado en el agua de la piscina disfrutando de los chorros, estás viendo en frente un montón de hectáreas de viñedos, en la propia Ribera del Duero, que se alejan en un enorme valle hasta llegar a las montañas. Precioso paisaje. Que punto, era como en Falcon Crest, cual Lorenzo Lamas, jeje ;-)
Y con esto acaba la tarde. Para la cena, podemos elegir en cenar en el Restaurante Arzuaga, o salir por ahí a la aventura. Yo prefiero quedarme en el Hotel, ya que tener que coger el coche, conforme están las cosas (multas, puntos del carnet, etc.), casi que me quedo, me quito de coger el coche, y a disfrutar de una buena cena y de un buen vino (ojo, como siempre, reservar con tiempo para la cena). Recordar que esta cena no está incluida en el Paquete Gran Reserva, pero sinceramente, se puede cenar muy bien y a un precio muy razonable.
Tercer día, el Domingo: La Abadía, el Castillo de Peñafiel, y el Museo del Vino
Una vez más, empezaremos el día con un desayuno mediterráneo, incluido en el Paquete Gran Reserva. Lo suyo, tomarlo hacia las 9:00 o 9:30, para aprovechar bien el día. Es recomendable tener en cuenta la hora de la visita guiada a la Abadía Cisterciense de Santa María de Valbuena, ya que si queremos abandonar la habitación (check-out), comprar Vino y Aceite de recuerdo, ducharnos, etc., pues tendremos que considerarlo para agendarnos bien la mañana. Prosigamos.
Visita guiada a la Abadía Cisterciense de Santa María de Valbuena, del Siglo XII, en la Ribera del Duero. La visita guiada es a las 11:30, al menos en nuestro caso (sólo hay una visita guiada en toda la mañana). Es posible entrar en cualquier momento, y realizar la visita a la Abadía Cisterciense de Santa María de Valbuena por cuenta propia. En nuestro caso, llegamos bastante pronto, por lo que aprovechamos para dar un paseo por la zona y acercarnos al río Duero (la verdad, que nos hizo muy buen día).
Por esta zona, existen rutas para andar, y es precioso. El río está cerca, también. Mola. No es difícil encontrar piñas con piñones en suelo (que poder machacar y comer recientitos), alguna fuente o manantial, etc.
En cualquier caso, vale la pena esperar a la visita guiada. El guía especialista, narra muy bien la historia de la Abadía durante la visita por las distintas partes del recinto, lo cual, permite enterarse y disfrutar mucho más de este momento. La duración de la visita guiada es de aproximadamente una hora, y una vez finalizada, podemos dar un paseo a nuestro aire, por si queremos sacar alguna foto o volver a visitar alguno de los rincones de la Abadía.
Finalizada la visita a la Abadía Cisterciense de Santa María de Valbuena, toca otra visita, en este caso la visita guiada al Castillo de Peñafiel y Museo del Vino. Peñafiel queda muy cerca de la Abadía Cisterciense de Santa María de Valbuena, por lo que podemos llegar en unos 15 minutos (en coche, claro). Una vez llegados a Peñafiel, el Castillo de Peñafiel no tiene pérdida, primero porque está bastante señalizado, y segundo porque está en lo alto, siendo el único punto elevado de la zona, por lo que se visualiza bastante bien incluso desde fuera de Peñafiel. La visita al Castillo de Peñafiel es realizada por un guía especializada, que al igual que ocurrió en la anterior visita a la Abadía, nos narrará toda la historia del Castillo de Peñafiel. El Museo del Vino, es una instalación sita en el propio Castillo de Peñafiel, pero en este caso no existe visita guiada, tratándose de una visita interactiva. En total, emplearemos una hora u hora y media en realizar la visita al Castillo de Peñafiel y al Museo del Vino. Bastante entretenido.
Es posible, que si venimos aquí inmediatamente después de finalizar la visita a la Abadía, acabemos hacia las 15:00, por lo tanto tendremos que salir por patas para picar algo por Peñafiel.
Y hasta aquí llega la historia del Paquete Gran Reserva de Bodegas Arzuaga. Debo admitir que me gustó mucho (y eso, que yo soy del Vino de Rioja, más que del de Ribera del Duero), tanto el Vino como las instalaciones y actividades incluidas en el Paquete, pero muy divertido y muy recomendable.